Las piedras cansadas de Cachiccata
''La roca, como el río es una sustancia que fluye y no una sustancia estática''.
El construir la vivienda, la chacra o el corral de los animales, es una obra laboriosa no solo en su contexto tangible o material, sino también vinculado al armado de estructuras consistentes en su colosal dimensión y sacrificio.
Caminando en la búsqueda del significado verdadero del traslado de las piedras cansadas, sabiendo que fue el material fundamental utilizado para la construcción de los edificios y templos sagrados como los que ahora podemos ver en Ollantaytambo.
Concretamente aquellas piedras que por muchas circunstancias no llegaron a su destino y lloraron sangre por no llegar a cumplir su objetivo.
La piedra cansada, en su simbolismo profundo sustenta un modo de pensar, una ideología que caracteriza la cultura andina.
Los mitos relatan de manera metafórica el traslado de las piedras de diferentes canteras, que son cerros considerados huacas con el objetivo de construir obras monumentales, templos, casas, palacios de una ciudad considerada divina como la del Cusco.
Cada piedra es una pieza fundamental en la construcción de los edificios de la ciudad. El sacrificio de mover enormes piedras por terrenos sumamente accidentados y el llanto de las lágrimas de sangre, es una forma metafórica de poner el sufrimiento que requiere la construcción arquitectónica y el valor de la sacralidad de las piedras.
Son muchas las piedras que están esperando ser colocadas en su sitio. Ubicadas en el lugar preciso con las que fueron talladas y cortadas por maestros canteros.
Hoy en día, quizás son solo unas piedras más, entre las muchas que descansan en este cementerio rocoso, pero hubo un tiempo en el que tuvieron otro significado, sagrado para los Incas.
Las piedras, al igual que nosotros, tienen vida y ahora yacen tumbadas en el suelo como quien está descansando de un largo viaje; pero a veces caminan, pero caminan con una dirección, con un destino, ya que es un elemento importante para construir la ciudad. Es un elemento sagrado.
Si las piedras y los cerros hablasen ahora, ¿qué nos dirían?.
