La Ingeniería hidráulica del antiguo Perú: un legado para la humanidad.
Hoy en día, se habla mucho de la adaptación y mitigación al cambio climático, algo que nuestros antepasados ya realizaban de forma espectacular.
Adaptados a vivir en condiciones hostiles y difíciles como son los Andes, los antiguos habitantes de estos lugares tuvieron que adaptarse a una naturaleza cambiante quizás con menos argumentos ''científicos'' y técnicos pero con una gran fortaleza y respeto que ahora no tenemos.
Con una visión mística de los astros, la veneración a los recursos agua y tierra y, sobre todo, el respeto a la naturaleza que se evidencia en la manera como “gestionaban” las cuencas y cauces de agua, se puede observar hoy en día cómo integraron sus obras de ingeniería civil al medio ambiente donde se hallaban, sin alterar el paisaje.
''Sembrar agua'', es un concepto que entendían y practicaban a la perfección estas civilizaciones pre-Incas e Incas en esta parte de los Andes Peruanos desde hace cientos de años.
Las partes altas de las cuencas estaban completamente forestadas o con presencia de cobertura vegetal, con bosques completos de quinuales o queñua (Polylepis racemosa, P. incana), por ejemplo, además de una amplia gama de especies nativas adaptadas al medio que ahora han desaparecido.
Los sistemas de andenerías Incas que sólo en Perú existen más de un millón de hectáreas, constituyen un patrimonio cultural y un magnífico legado para la humanidad.
Otro sistemas como canales de regadío, represas de mediana capacidad, puquios u ojos de agua, amunas o zanjas abiertas, los waru waru o camellones construidos en las laderas y los acueductos como los encontrados en el santuario de Tipón, son algunos ejemplos de estas técnicas milenarias que demuestran el talento ''científico '' que poseían.
El manejo ancestral que los habitantes de estas tierras hacían de sus recursos naturales, representa un nivel de conocimiento elevado basado en procesos y no en especies para generar lo que hoy en día intentamos vislumbrar y parece que no logramos hallar.
Constituye una oportunidad para aprender y dar a conocer a través del legado cultural, visitando este rincón de los Andes de la mano de la interpretación del patrimonio que nos brinda la MADRE TIERRA.