El senderismo en Latinoamérica como una oportunidad para contribuir al bienestar de la población loc

Desde hace unos años en América Latina existe una ferviente apuesta por el desarrollo del senderismo como una actividad física saludable que contribuye al bienestar social, el intercambio de conocimientos y la conservación ambiental.

En Sudamérica existen multitud de rutas históricas esperando ser conocidas por el resto del mundo y ser un factor de desarrollo para las comunidades aledañas a las rutas. Sin embargo, a pesar de que la mayoría de los destinos turísticos ofertados disponen de senderos y caminos, pocas veces se utilizan como una herramienta integral para el bienestar de la población local.

Por ejemplo, el Qhapaq Ñan, o Gran Camino Inca que conecta actualmente a 6 países con más de 60.000 km de recorrido total fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Mundial, y es indudable su atractivo como camino ancestral Inca.

Como es de imaginar, la mejor manera de recorrer estos lugares no es a través de un auto o en un tour masivo, sino en pequeños grupos y a pie.

Son pocas las actividades que logran abarcar en un mismo conjunto tantos beneficios como la práctica del senderismo. No se trata exclusivamente de montañismo o excursionismo como deporte y mucho menos de conquistar cerros.

Su espíritu radica en hacerlo en contacto con la naturaleza, bien sea en zonas llanas, urbanas, rurales o de montaña y promoviendo su valor social, al tratarse de una actividad que puede ser practicada por todos, a la vez que refuerza su valor de salud pública reconocida por doctores y especialistas de todo el mundo.

Cuando se realiza en zonas rurales apartadas, la práctica del senderismo puede fomentar al desarrollo social y turístico de la zona, ya que los senderistas necesitan guías, alojamiento, alimentación, información de las rutas, etc. Normalmente, quienes mejor pueden ofrecer esos servicios son los moradores y habitantes locales del lugar. Con ello, existe la posibilidad de generar nuevos ingresos económicos vinculados a la protección del medio ambiente y desarrollo local.

En respuesta de tan alta demanda, Trekking Picol trabaja en base a 5 elementos centrales:

1) La creación de nuevos productos de senderismo que respondan a la demanda creciente existente, que integre a actores y proveedores de servicios locales.

2) La integración de actores y proveedores de servicios locales en una cadena de valor donde exista reciprocidad.

3) El diseño e implementación de una política de senderismo socialmente incluyente que despierte la atención del público.

4) La elaboración de normas (señalización, información, diseño, mantenimiento y gestión de senderos) que apunten a la conservación ambiental y fomente la inclusión del senderismo en políticas públicas.

5) La promoción del senderismo como actividad física saludable para todos.

Nuestro gran desafío consistirá en hacer realidad, con las autoridades y actores locales, una política de senderismo integral que sea socialmente incluyente y promueva la sensibilización ambiental, tanto de los moradores locales como de los visitantes.